Cocaína ácida es soluble en agua y por lo tanto se puede tomar oralmente, intranasalmente o intravenosamente. Por otro lado, la cocaína básica (incluyendo crack) es la forma química más adecuada para fumar.
La absorción más rápida y distribución de cocaína ocurre luego de la inyección intravenosa o fumar, por lo que puede predecir las propiedades altamente adictivas de las rutas de consumo.
En dosis típicas, cocaína actúa principalmente para bloquear la recaptura sináptica de dopamina, serotonina, y norepinefrina enlazándose respectivamente a sus transportadores de membranas. Esto mejora la transmisión de las sinapsis monoaminérgicas al incrementar las concentraciones sinápticas de cada transmisor.
En dosis típicas, cocaína actúa principalmente para bloquear la recaptura sináptica de dopamina, serotonina, y norepinefrina enlazándose respectivamente a sus transportadores de membranas. Esto mejora la transmisión de las sinapsis monoaminérgicas al incrementar las concentraciones sinápticas de cada transmisor.
En concentraciones más altas, cocaína bloquea también los canales de sodio dependiente de voltaje, lo que lleva a un efecto anestésico.
La cocaína es reforzante y ejerce efectos poderosos en el ánimo y comportamiento de una persona. La cocaína es caracterizada por sentimientos de euforia, sentirse bien, con mucha energía, y una mayor confianza en sí mismo. Fumarse o inyectarse intravenosamente la cocaína pues causar una necesidad desesperante (“rush”) en el usuario.
En altas dosis o uso prolongado, la cocaína puede dar lugar a un sinnúmero de efectos negativas tales como irritabilidad, ansiedad, agotamiento, insomnio total, e inclusive sintomatología psicótica.
Fisiológicamente, cocaína produce efectos al sistema nervioso simpático tales como incremento en el ritmo cardíaco, vasoconstricción, hipertensión e hipertermia. Altas dosis pueden ser tóxicas y fatales como resultado de convulsiones, fallo cardíaco, fallo cerebrovascular y hemorragia intracraneal.
Fuente: Meyer, J.S., Quenzer, L.F. (2013) “Psychopharmacology: Drugs, the Brain, and Behavior”. Sunderland, MA: Sinauer Associates.
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